Cuando vemos el color de la piel del pollo, acompañado de unas crocantes papas, y el infaltable ají con huacatay, no pensamos en absoluto que, a pesar de ser una de las delicias de la ya consagrada culinaria peruana, para su preparación se emplean grandes cantidades de carbón vegetal, siendo el predilecto el obtenido del algarrobo. Para poder abastecer a los establecimientos de carbón, los mismos pobladores, en lugar de cuidar el bosque seco, lo están deforestando, siendo la tala del algarrobo ilegal en los Departamentos de Lambayeque, Piura y Tumbes. (Ver http://www.elcomercio.com.pe/ediciononline/HTML/2008-02-07/decomisan-10000-trozos-madera-algarrobo-departamento-piura.html).
El algarrobo peruano (Prosopis pallida) es un árbol que presenta espinas, y por tener un fruto en vaina, pertenece a la familia de las leguminosas (junto con la huaba, habas, frijol, etc.). Al hervir los frutos se obtiene la algarrobina, jarabe caramelizado de un sabor ligeramente amargo, muy empleado en dulces, cocteles y bebidas. También puede servir como alimento de animales de granja (cerdo, vacas, cabras). Crece en zonas desérticas gracias a la profundidad de sus raíces. Para los apicultores es una rica fuente de alimento para sus abejas, debido a la producción de innumerables y pequeñas flores. Su madera es muy usada para hacer algunos muebles, parquets por su gran resistencia. Y desde luego, para hacer carbón.
El INRENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales) en la actualidad está tratando de crear políticas para proteger el Bosque Seco, siendo una de ellas la tala controlada y autorizada. Algunos pobladores han comenzado a cultivar algarrobo en sus parcelas, para tratar de abastecer de manera legal el mercado de leña y carbón vegetal. Pero la labor aún es muy grande.
Mientras tanto...Buen provecho.